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"Sí, Poeta aficionado, que expreso el sentir entrañable de la vida, en pequeños y sencillos versos." LuMo2020

jueves, 27 de mayo de 2021

UN ESPOSO QUE EVITA JUZGAR

Descubriéndome desde mi reflexión personal

Les comparto una testimonio en la cátedra "Constructores de Paz":

 

UN ESPOSO QUE EVITA JUZGAR 


Escrito por un directivo después de participar en un Taller de Autoconocimiento 

He venido acompañando a mi esposa en la búsqueda de su realización profesional. Hasta hace muy poco tiempo ella no había podido obtener un trabajo “estable”, con una remuneración que consideráramos justa, y que sobre todo la hiciera sentir feliz. Tenía muchos momentos de depresión, lo que en algún momento comenzó a afectar nuestra relación. 

Finalmente, en el mes de abril consiguió un muy buen trabajo, con una excelente remuneración y con el reto de dirigir un área en esa organización. La observaba muy motivada al principio, pero poco tiempo después esa motivación fue disminuyendo hasta que hace aproximadamente un mes renunció. Ella me contó sus motivaciones, pero la verdad es que yo no entendía el por qué de su decisión. La “apoyé” en ese momento, pero yo mismo me daba cuenta de que mi apoyo no era sincero: yo no lograba entender por qué después de haber encontrado un trabajo que habíamos buscado durante tanto tiempo renunciaba tan rápidamente sin siquiera luchar por mantenerlo. 

Durante varias semanas me mantuve juzgándola y me sentí resentido con ella (sin decirle nada). Pero después del taller empecé a reflexionar, tratando de encontrar las razones de mis sentimientos, y comencé a sentir una decepción conmigo mismo por haberla juzgado sin escucharla, es decir, sin comprenderla genuinamente. Y ahora, después de escucharla “de verdad” y sin juzgarla, he entendido su decisión y le doy un gran valor. 

El hecho de juzgarla sin escucharla me había cegado y me había impedido ver la realidad de la situación: ella no era feliz en su trabajo porque no le permitía invertir suficiente tiempo a nuestra vida familiar para compartir (tenemos una niña de 3 años), y esto le había generado un gran temor de que se afectaran adversamente nuestras relaciones familiares. Ahí tomamos conciencia de que lo que habíamos estado buscando antes de conseguir ella el nuevo trabajo había sido lo que la sociedad nos había hecho creer: que la verdadera realización personal y profesional se lograría con un trabajo en una empresa reconocida, con un buen salario, y en un puesto de dirección. Pero habíamos dejado de lado lo que realmente nos hace felices. 

Hoy, conociendo ya su verdadera razón para renunciar, y sobre todo conociendo las verdaderas razones de mis resentimientos iniciales, hemos encontrado la forma de balancear nuestra vida laboral y familiar. Hoy ella es maestra de cátedra en una universidad, y yo la estoy apoyando con la estructuración de un negocio propio. Ella está realmente feliz con lo que está haciendo. 

viernes, 21 de mayo de 2021

“UNA PROFESORA QUE COMPRENDE” - Descubriéndome desde mi reflexión personal.

Saludo cordial. Esta es una reflexión al testimonio de UNA PROFESORA QUE COMPRENDE”, dentro de la Cátedra "Constructores de Paz", que curso en la Universidad de Los Andes y la Plataforma Coursera: 

Tema:

"UNA PROFESORA QUE COMPRENDE.       Testimonio escrito por una profesora de un colegio público de Bogotá.    Las sensibilidades en las relaciones docentes pueden tener efectos benéficos o dañinos, tanto en los estudiantes como en los profesores. En este escrito quiero ilustrar estos efectos en el caso de uno de mis estudiantes de grado séptimo. Mariano es un niño delgado, hiperactivo, todo el tiempo está hablando; es como si tuviera que expresar sus pensamientos a gritos. Cuando está en clase tiene que hacer chistes todo el tiempo para generar risas y romper con la rutina de la clase. En las anotaciones de los profesores que se leen en el Observador del Alumno hay apreciaciones como las siguientes: -  “Es un estudiante que se la pasa molestando en clase”; 

-  “Su indisciplina y grosería son continuas”; 

-  “El joven se fugó de clase de una forma irrespetuosa y desobediente”; 

-  “No realiza la evaluación. Todo el tiempo interrumpe con su indisciplina”; 

-  “Grita, canta, dice frases en voz alta que no van de acuerdo con el contenido de 

la clase; 

-  “No deja trabajar a los compañeros y los golpea”; 

La experiencia me ha enseñado que siempre que encontramos un niño con estas características tan difíciles quiere decir que algo serio está pasando en su vida. Por eso Mariano me llamó la atención desde el comienzo: yo sabía que detrás de todo su comportamiento tenía que haber algo que yo debía descubrir para comprender sus acciones.    Al comienzo las dificultades con Mariano para realizar los ejercicios de silencio eran notorias: se reía, hacía chistes, ruidos, cantaba, molestaba a los compañeros que estaban al lado, por lo que decidí hablar con él para pedirle que se regalara este espacio. Y le pedí también que si no podía calmar sus pensamientos, tratara de estar en silencio. Y los resultados fueron positivos: por un lado comenzó a respetar el silencio, y por el otro -¡para mi sorpresa!- cuando coloreamos unos dibujos especiales pude ver su empeño, su atención y su concentración en la actividad. Hasta hizo uno en su casa, lo coloreó, y me lo trajo a la siguiente clase. Cuando noté sus cambios empecé a valorarlos públicamente. Lo abrazaba y lo felicitaba. Su actitud frente a lo académico cambió positivamente. Todo esto parecía ser para él el reconocimiento de su Ser, porque empezó a decirme que me quería. Así que decidí llevar a la siguiente clase una lectura sobre por qué la gente grita, y decidí dedicársela a Mariano. Le expliqué que quería que su corazón estuviera junto al mío y que así no tendría que estar gritando porque cuando los corazones de las personas están cerca no necesitan gritar: sólo con susurrar, o incluso sin palabras, se pueden comunicar.    En un ejercicio que hicimos en clase sobre nuestros sueños noté que Mariano no escribía nada. Entonces, de manera discreta, le pedí que me escribiera algo sobre su vida. Me dijo que no lo podía escribir en el cuaderno porque su familia lo podía leer. Le dije que lo escribiera entonces en una hoja sin escribir el nombre. Al finalizar la clase me la envió con uno de sus amigos, quien en voz baja me dijo: “Acá le envía Mariano esto”. De manera cómplice lo guardé en mi carpeta para leerlo luego en privado. Mi corazón latía fuertemente porque intuía que en aquel trozo de papel me estaba confiando algo muy importante de su vida. Este fue su escrito:           Todo empezó cuando yo tenía dos meses de edad. Mi papá le daba muchos lujos a mi mamá y me compraba mucha ropa y cosas, ya que él era chef.     Cuando cumplí 2 años mi papá llegó borracho a la casa y en un acto de celos mató a mi mamá. Yo estaba muy pequeño, pero todavía me acuerdo. Mi papá duró tres años fugitivo, pero después lo capturaron. Me fui a vivir con mis abuelitos, los cuales me criaron y me dieron estudio. Un día un tío mío se encontró con el hermano menor de mi papá, que también es chef, y él le dijo que mi papá ya había salido de la cárcel. Lo conocí y lo perdoné. Hoy tengo 14 años y me aparecieron dos hermanos, uno de 10 años y una niña de 3 meses. Hoy no quiero despegarme ni un momento de mi papá. Él a veces me acompaña a visitar a mi mamá al cementerio; cuando él llora yo le digo que ya lo perdoné, y que él no tuvo la culpa, sino mi mamá. 

REFLEXIONES:

1. ¿Qué fue lo primero que te hizo pensar este testimonio? 

UNA PROFESORA QUE COMPRENDE, es una realidad palpable en Colombia y muchos lugares del mundo, debido a que personalmente me he encontrado con estos testimonios, donde los hijos sufren las consecuencias de experiencias familiares, con alguno de los Padres, o con los hermanos. 

2. ¿qué fue lo más significativo de esta historia? 

En mi condición de gestor de derechos humanos, me enfrento a experiencias, que siempre dejan una reflexión profunda y una enseñanza para aplicar en el cotidiano vivir. Lo más significativo es la disposición del ser humano (la escucha activa de la Profesora) para entender la situación que vivía el joven (que mediante diversos actos llamaba la atención), de ser escuchado, poder mediar y buscar mediante la consideración de consecuencias, la identificación de emociones y la empatía, poder generar opciones para que el joven pudiera enfrentar sus actitudes y asimilar una conducta asertiva de convivencia pacífica.  

3. ¿Qué te evocó esta lectura? 

Me evoco, decena de testimonios y por supuesto una nueva reflexión, ya que cada hecho es motivo de aprendizaje por la escucha activa.

4. ¿alguna experiencia concreta? 

En particular no, pero si recuerdo una persona que se enfrentó a una experiencia similar, termino en un entorno delictivo, después de superar una condena, pudo volver a conciliar su vida con una linda familia, que hoy es de mucho orgullo para el.

5. ¿Qué te hizo sentir? 

Como siempre, no deja de sorprendernos, pero a la vez nos promueve a una participación critica, para reconsiderar y dar de mi lo mejor ante cada situación de violencia y en especial ante un hecho en el que debemos actuar, generar opciones creativas de reconciliación.

6. ¿qué te conmovió? 

Que recordada, por alguna razón, su vida desde los dos meses de edad. También que pudiera superar esta experiencia, reconciliándose con su padre.

7. ¿qué te molestó? 

Nada, pero si debemos reflexionar, como debemos ser prudentes en nuestro obrar cotidiano, para que ello no lleve a consecuencias funestas como las que tuvo que enfrentar este joven.

8. ¿Con qué elementos de este testimonio te sientes identificado, conectado o conmovido? 

Con todo, tal y como lo he enunciado en anteriores numerales de manera concreta.